Érase una vez, en un reino lejano y lleno de colores, donde los aromas dulces flotaban en el aire y los sueños eran tan suaves como la seda. En este maravilloso lugar vivía una talentosa artesana llamada Yessenia, conocida por su habilidad para crear velas mágicas que llevaban alegría y calidez a todos los rincones.

Un día, Yessenia decidió que quería compartir su arte con el mundo y, con un toque de su varita mágica, creó unas velas muy especiales: ¡las Velas Cupcake! Estas no eran velas ordinarias, sino verdaderas obras de arte perfumadas con el delicioso aroma de los cupcakes recién horneados.

Cada vela era única y estaba hecha a mano con cera natural de soja, una cera mágica que duraba más tiempo y quemaba con una llama limpia y brillante. Además, la cera de soja era ecológica, pues Yessenia se preocupaba por el bienestar del reino y de todos sus habitantes.

Decoradas con golosas galletitas, las Velas Cupcake se convirtieron en un éxito instantáneo. Al encender una de estas velas, se desataba un hechizo de dulzura y calidez que envolvía todo a su alrededor, como si la propia Yessenia estuviera allí, esparciendo su magia.

Los beneficios de las velas de soja no se detenían ahí. Gracias a su composición natural, las velas eran seguras para todos los habitantes del reino, incluidos aquellos con narices sensibles. Y con cada vela que se consumía, el ambiente se llenaba de un aroma irresistible que hacía sonreír a todos.

Así, Yessenia y sus Velas Cupcake vivieron felices para siempre, iluminando los días grises y llenando de magia los corazones de todos los que las encendían. Y colorín colorado, este cuento encantado ha comenzado. ¡Disfruta de la magia y la dulzura de nuestras velas artesanales!»

Yessenia Espinoza Fuentes

Mis velitas de cupcakes